lunes, 27 de abril de 2020

Práctica 7. ¿Qué hemos aprendido?


De todo se aprende


Nunca pensé que llegaría a vivir una pandemia. Parece que el mundo se ha detenido y, sin embargo, los días continúan pasando. Nuestro cálido hogar se ha convertido en una fría celda de la que todos queremos escapar. Nuestras energías se van desvaneciendo cada día, al mismo tiempo que crece la frustración y la ansiedad. Sin embargo, estoy convencida de que estamos aprendiendo mucho de esta situación. La soledad que irremediablemente nos inunda, ha permitido que nos conozcamos mejor a nosotros mismos y ha dado constancia de la importancia de la socialización. Personalmente, echo de menos a mi familia, a mis amigos, a mis animales, pero, sobretodo, añoro los momentos que pasaba junto a ellos. Espero que esta situación de confinamiento nos sirva para fortalecer nuestras relaciones personales, para quitar el polvo a los descuidados lazos que estrechamos con nuestros seres queridos. En efecto, nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Se trata de uno de los aprendizajes más duros que te da la vida, pero también es uno de los más valiosos, ¿no?




En cuanto al ámbito académico, debo reconocer que tengo sentimientos encontrados. En su momento, tuve la oportunidad de escoger un máster a distancia, sin embargo, no concebía el hecho de encontrarme sola delante de un ordenador, sin nadie con quien compartir una experiencia de tal calibre. Es cierto que, durante el confinamiento, algunas asignaturas del máster han continuado impartiéndose con total normalidad, es decir, ajustándose a los objetivos previamente establecidos. No obstante, creo que las clases han perdido su esencia. El distanciamiento, la ausencia de miradas cómplices y la imposibilidad de interaccionar con plena libertad, han dado pie a sesiones “artificiales”. Llamadme convencional («¡convencional!»), pero echo de menos la docencia presencial.


De igual forma, es innegable que, tanto los docentes como los discentes, nos hemos visto obligados a adaptarnos a esta inesperada situación. Con ello, hemos aprendido a utilizar nuevas herramientas digitales, nuevos recursos y nuevas metodologías.  De hecho, estoy convencida de que nuestros conocimientos sobre las TIC se han desarrollado potencialmente. En efecto, la presente asignatura nos ha proporcionado las armas, sin embargo, ha sido la situación actual la que nos ha obligado a emplearlas.  


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