De todo se aprende
Nunca pensé que llegaría a vivir una pandemia. Parece que
el mundo se ha detenido y, sin embargo, los días continúan pasando. Nuestro cálido
hogar se ha convertido en una fría celda de la que todos queremos escapar. Nuestras energías se van desvaneciendo cada
día, al mismo tiempo que crece la frustración y la ansiedad. Sin embargo, estoy convencida de que estamos
aprendiendo mucho de esta situación. La soledad que irremediablemente nos
inunda, ha permitido que nos conozcamos mejor a nosotros mismos y ha dado
constancia de la importancia de la socialización. Personalmente, echo de menos
a mi familia, a mis amigos, a mis animales, pero, sobretodo, añoro los momentos que
pasaba junto a ellos. Espero que esta situación de confinamiento nos sirva para
fortalecer nuestras relaciones personales, para quitar el polvo a los
descuidados lazos que estrechamos con nuestros seres queridos. En efecto,
nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Se trata de uno de los
aprendizajes más duros que te da la vida, pero también es uno de los más valiosos,
¿no?
En cuanto al ámbito académico, debo reconocer que tengo
sentimientos encontrados. En su momento, tuve la oportunidad de escoger un
máster a distancia, sin embargo, no concebía el hecho de encontrarme sola
delante de un ordenador, sin nadie con quien compartir una experiencia de tal
calibre. Es cierto que, durante el confinamiento, algunas asignaturas del
máster han continuado impartiéndose con total normalidad, es decir, ajustándose
a los objetivos previamente establecidos. No obstante, creo que las clases han
perdido su esencia. El distanciamiento, la ausencia de miradas cómplices y la
imposibilidad de interaccionar con plena libertad, han dado pie a sesiones “artificiales”.
Llamadme convencional («¡convencional!»), pero echo de menos la docencia
presencial.
De igual forma, es innegable que, tanto los docentes como
los discentes, nos hemos visto obligados a adaptarnos a esta inesperada situación.
Con ello, hemos aprendido a utilizar nuevas herramientas digitales, nuevos
recursos y nuevas metodologías. De hecho,
estoy convencida de que nuestros conocimientos sobre las TIC se han
desarrollado potencialmente. En efecto, la presente asignatura nos ha
proporcionado las armas, sin embargo, ha sido la situación actual la que nos ha
obligado a emplearlas.
Excelente reflexión. Pero siempre corriendo... ¡Qué prisas! 😉
ResponderEliminarNo dejes para mañana lo que puedas hacer hoy 😊
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