lunes, 4 de mayo de 2020

¿Qué hemos aprendido?


El curso empezó con unos cuantos desconocidos y algunos amigos. Todavía recuerdo aquella sensación que me inundó el cuerpo, esas cosquillas en el estómago ante una nueva situación. Los primeros días te sientes desubicado, sin saber con quién sentarte o hablar, pero con el tiempo te das cuenta que se va creando un ambiente acogedor.

El primer cuatrimestre fue bastante bien y nos mantuvimos unidos a pesar de la montaña rusa de sensaciones que vivimos durante algunas clases. Recuerdo sentirme como un estudiante de secundaria leyendo aquella LIJ. Descubrí que no es necesario tratar libros de lectura tradicionales para fomentar la lectura. Sin duda, me enganché a los álbumes ilustrados. Fue una primera etapa creativa por un lado y monótona por otro.

Tras los exámenes llegó febrero. LAS PRÁCTICAS. Aquella experiencia que muchos hemos ansiado. El contacto con el alumnado, al fin y al cabo, los destinatarios de nuestras divagaciones y conocimientos. La verdad es que fueron unas semanas que costarán de olvidar. La ayuda de tantos docentes y el compromiso de la juventud me fascinó. Con algunas de las sesiones me iba haciendo más fuerte y me daba cuenta que cuánto más enseñaba, más aprendía. Entonces llegó el fin, una etapa que se cerraba y otra que se abría, el confinamiento.

El confinamiento empezó con unos cuantos conocidos y algunos amigos. Era una nueva situación que nos dejó abrumados y desorientados. Las clases dejaron de ser presenciales y aunque nos costó a todos adaptarnos, seguía presente esa llama acogedora del principio que las hizo llevaderas. Y durante este encierro, encontré en las narrativas transmedia un amor incontrolable. Quien me iba a decir a mí que un videojuego, cómic o canción iba a tener un potencial educativo tan grande en secundaria.

El máster me ha permitido conocer a gente maravillosa -guiño al equipo de AmorTICos- con la que he compartido risas, trabajos y situaciones que han hecho del confinamiento un lugar mejor. El curso termina dentro de poco y algunos lo haremos como compañeros, otros como amigos. Pero no quiero despedirme sin antes brindar por nosotros, porque lo vamos a conseguir y cuando todo esto termine “anem a fer-la ben grossa”!

Sempre avant gentoleta!

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