Siempre me han gustado los libros y siempre me ha gustado que me cuenten historias. Desde pequeñita ensuchaba con atención las historias que me relataba mi familia hasta sabermelas de memoria. Cuando empecé a leer el gusto por las historias aún fue mayor. Deseaba con ansia que llegara el sábado para ir a la biblioteca con mi padre a por un libro nuevo. Incluso me gustaba estar enferma porque mi abuela me traía un libro y me lo leía. Muchos son los libros que he leído y me han gustado, pero sin duda los de magia y fantasía ocupan el lugar principal.
Todo empezó con Pipi Calzaslargas; aunque no era de mi época, mi madre me lo ponía porque a ella le encantaba. Yo quería tener su fuerza y vivir aventuras, por eso empecé a leer Kika superbruja y a ver la serie de Las Witch. Descubrí que la fantasía me gustaba, pero aún no sabía que lo mejor estaba por llegar. Laura Gallego marcó un antes y un después. Ahora no podría elegir qué libro de la autora es mi preferido, pero El valle de los lobos fue el primero que leí en el instituto. No obstante, la saga que me ha marcado el corazón es Harry Potter. Tanto es así que me tatué el andén 9 3/4 en la mano. Pero no solo han sido los libros, muchas series me han llevado a disfrutar de mundos diferentes: Crepúsculo, Los juegos del hambre, Sense 8, Lucifer, Stranger Things...
Como diría Ana María Matute: “Siempre he creído, y sigo creyendo, que la imaginación y la fantasía son muy importantes, puesto que forman parte indisoluble de la realidad de nuestra vida.
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